"Estoy tan falta de amor que terminare arrojándome a los brazos del primer idiota que bese mis zapatos. Empiezo a pensar que no me merezco nada mejor, que no soy digna de un hombre que realmente me quiera más allá de las palabras. Que sólo puedo aspirar a uno de esos babosos que me repugnan y cuyo contacto me resulta detestable y sucio. Con el tiempo, los hombres han terminado produciéndome náuseas y las mujeres, dolor. Me encuentro tan sola que ya sólo me realiza como persona el hecho de plasmar mis cenizas en el papel. Realmente, me encantaría la idea de poder ser escritora y vivir del cuento."
domingo, 7 de marzo de 2010
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