sábado, 11 de diciembre de 2010

» Voyeur


Hallábase ahí, la Vida libando impúdica de la hendidura candidiásica de su apuesta, mientras nosotros, voyeuristas reconocidos, observábamos extáticos la escena invadidos a la par por el deseo y el temor. ¡Cuán cerca parecen hallarse a veces los extremos! Como Geb y Nut con el aire de por medio.

jueves, 4 de noviembre de 2010

» La época del escritor (música afiliada)


Duelen como un miembro fantasma las líneas que nunca serán, mientras resuena resuelta la voz de Ella Fitzgerald entre las cuatro paredes ilusorias que encierran al genio. Brillan lúcidas las ideas durante unos segundos: palpitantes, extáticas, pero en algún punto de la mente a la pluma desfallecen y quedan varadas, fatigando al pensamiento en un intento por hallarlas en un folio que nada supo de ellas. Trece minutos cara a cara frente él, dieciséis como demasiado, y la mano prefiere sujetar un cigarrillo a la fría estilográfica, que pesa ya más que la voluntad de sostenerla.

No siempre fue así, nuestro querido Lauro gozó de entusiasmo un día y lo promedió en pequeñas dosis en cada una de sus obras, que, por otra parte, gradual e imperceptiblemente, fueron tornándose cercanas a la sucia mezcla que queda en la paleta al equivocar los colores componentes. El porqué es otro de los interrogantes sin respuesta que nadie, ni siquiera Lauro, se parará a pensar: la humanidad ya tiene demasiadas preocupaciones innecesarias como para empeñarse en averiguar qué fue de la maestría lingüística de un escritor cuyo nombre no recuerda ya nadie. Es mejor dejarlo así, aún a riesgo de que la incertidumbre lleve a un hombre desconocido a morirse de frío tirado en cualquier portal.


Siempre andamos demasiado preocupados por el prójimo y su circunstancia, como si no hubiera ya hipocresía suficiente en esta colmena infestada de falsos zánganos y reinas déspotas.



miércoles, 20 de octubre de 2010

» Renglones torcidos (música afiliada)


Los sonidos del día a día no te aportan ya nada nuevo, sólo son un insulso testimonio que tus oídos están obligados a escuchar; pero qué desgracia sería no poder aguantarlos. Un coche que se irá al traste de aquí a dos kilómetros, el estruendo de una moto al acelerar, las quejas de una niña a su madre y de esa madre a su amiga, la risa estridente de un viejo tritón, el llanto ahogado del payaso de al lado.... todo apunta a que ni brisa queda en este mundo. Y aunque todavía la hubiera, nadie acertaría a observar el efecto que ésta ejerce sobre los folios reciclados de aquella escritora con abrigo rojo o de aquel poeta ensimismado. Quién sabe qué saldría de mezclar todas sus ideas en el suelo de una avenida, fruto del infortunio provocado por un viento que no se siente ni suena.


La gente nunca se para a pensar en eso.


Qué vacío está todo, qué carente de sentido y sensibilidad ahora que la luz del mundo no se deja ver tras el aliento de los vehículos. Por esto debe existir la imaginación. No se escuchan gaviotas, no se escucha el mar, no se escucha una risa dulce ni tampoco unos tacones resonando sobre un suelo de madera. Sólo un acordeón que nadie salvo tú percibe y una voz cubriéndole las espaldas. Ahora todos parecen mimos.



lunes, 18 de octubre de 2010

» Marilyn Monroe

"En Hollywood pueden pagarte mil dólares por un beso, pero sólo cincuenta centavos por tu alma."

sábado, 9 de octubre de 2010

» Salir del armario


Maldita sea la puerta del armario de mis malos recuerdos, que no cierra de atestados que están sus estantes. Empujan fieros desde dentro, y compruebo en el peor de los momentos que no tengo fuerzas suficientes para vencerlos. Discutimos con la puerta de por medio, les grito, lucho contra ellos, me agarran de la muñeca, lloro de ansiedad, y finalmente los dejo aislados con un empujón decisivo. Ahí dentro se hace la oscuridad, matriz ahora de la conspiración contra mi sonrisa. Se revuelven, se rebelan, se escuchan golpes como truenos. Los encierro con llave y hago lo mismo con la puerta de la habitación donde la cómoda se haya, pero mientras duermo se liberan, invaden mi casa y la violan por dentro.


Los buenos, sin embargo, reposan en el cajón de los calcetines. Son más maleables y caben en una maleta que siempre llevo conmigo y que espero no olvidar cualquier día en la estación.

miércoles, 6 de octubre de 2010

» Breves líneas


La infancia es un conglomerado de sobreactuación, palabras que no deberían haber sido dichas y verdades que nadie se atrevió a decir. La adolescencia, una mezcla homogénea de confusión, amoríos que se quedaron en meras tensiones sexuales y errores varios, provocada por hormonas en incesante efervescencia. La madurez... ¿qué es la madurez? Una etapa de corrección y anclaje, es la versión oficial. Sin embargo, deseamos volver a ser jóvenes para poder cometer otros tantos errores y tener la oportunidad de resolverlos dentro de seis años. Las personas, y por consiguiente, el mundo, no cambiará nunca si seguimos intentando borrar arrugas con alcohol.

domingo, 26 de septiembre de 2010

» Mejor mañana, cuando ya no llueva (música afiliada)


Una muchacha de semblante lánguido y aspecto malcarado camina junto a un hombre disfrazado de conejo por la Gran Vía madrileña en plena hora punta. Nadie parece atender al atuendo de él ni a la desnudez de ella.

- Mira a ambos lados - sugiere el conejo de repente -. ¿Los ves? Son todos los hombres y mujeres a los que podías haber besado.
- Qué extraño - musitó la muchacha meditabunda - fue lo mismo que pensé yo mientras esperaba a que llegase el tren.



» A los artistas


Róbame todo lo que tengo y mírame después por encima del hombro como si aquello que poseyeras fuese mérito tuyo, que eso no te librará de ser un don nadie esclavizado por las apariencias. ¡Cuánta hipocresía mal disimulada rezuman tus poros tras la máscara de mi rostro!

sábado, 25 de septiembre de 2010

» "Eso era amor", Ángel González

Le comenté:
- Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
- ¿Te gustan solos o con rimel?
- Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

» Dice así


- ¿Salud, dinero o amor? - me preguntaron en cierta ocasión.
- ¿Acaso no está clara la respuesta? - dije - Salud para disfrutar del amor, y amor para disfrutar del dinero.

sábado, 18 de septiembre de 2010

» Anónimamente, digo... (música afiliada)


Sodomizando a la par palabras y recuerdos restalla tras de mí el implacable segundero. Tic-tac, tic-tac. La cúpula de cristal en la que está encerrado nada puede hacer por librarme de sus golpes, que llegan invisibles y afilados, como el viento a finales de Diciembre. Tic-tac, tic-tac, ruge a mis espaldas. Menguan mis líneas y mi amor por ellas en cada ángulo barrido. Cínicas, cortantes, me gritan que no buscan ser amadas ni respetadas, y son ecos de mi propia pluma lo que escucho. Tic-tac, tic-tac, de nuevo él. "Sólo somos niñas" dicen, "déjanos jugar, que de callar ya tendremos tiempo". Y es cierto, que como niñas dicen siempre la verdad sin pararse a pensar en sus consecuencias, a sabiendas de que cuando sean jóvenes no les quedará más remedio, aunque sigan diciendo lo mismo que hasta entonces, con la adulteración propia de aquel que se sabe preso. Con el tiempo y la vejez, la imaginación se marchita y la crudeza se aviva, y llegará un momento en que no sean distintas del resto. Mientras yo viva vivirán ellas, mientras ellas sean, seré yo.

Tic-tac, tic-tac. Apartas la vista del folio y tienes veintinueve años, y al mirarte en el espejo ves al mismo ser triste y frágil de siempre, con los mismos defectos y sueños por cumplir. ¿Qué esperabas? Al fin y al cabo mi alma pesa siete años más por cada día que amanezco, mi cerebro se pudre con la rapidez de una manzana mordida a la intemperie y mi corazón... a ese lo ha devorado el estómago para dejar más hueco a los pulmones, que mal está no sentir, pero peor será no respirar.


viernes, 3 de septiembre de 2010

» Letanía a los mortales (música afiliada)


Puede que sea cierto, que Dios salve nuestras almas al término de este hastío en que nos hayamos, mas no desistáis, no desesperéis, Satán nos dotó de ingenio para poder recuperarlas.


"La próxima vida será igual a ésta, con las mismas limitaciones y pesas que superar".


sábado, 28 de agosto de 2010

» A propósito del Ser (música afiliada)


El rastro aromático de tu piel impregnada en almizcle me conduce hasta una avenida abarrotada de personas y desierta en cuanto a almas. ¡Qué perro el sentido que me trajo hasta aquí, disfrazado de falso amor! Qué vacío parece el mundo cuanto más lleno está, ¿verdad? Qué sensación tan extraña la de gritar tu deseo en medio de tanta gente, y que nadie tenga la decencia de levantar la cabeza para mirarte si quiera con extrañeza. "¡Miradme, soy el cuerpo que late sin corazón, aquel que respira sin necesidad de pulmones, la caja de música desprovista de melodía!". Cuán vana se me hace la realidad de mi existencia, ahora que la describo.

Una mirada, tan sólo una pido, da igual que su intención sea la de hacerme callar, y seré feliz si encuentro la felicidad, aunque de ojos ajenos deba tratarse.


miércoles, 25 de agosto de 2010

» De cuando quemábamos hormigas con una lupa


Cuando empecé a escribir me obcecaba en que todos mis capítulos tuvieran la misma extensión. Ocho páginas era la cifra, ni una palabra más. Si a la caprichosa Inspiración pubescente se le antojaba una noche volar incontenible sobre el papel, no me quedaba otra que cortarle las alas o encadenarla para que, como en el cuento del can ruso, pudiera ladrar, pero no llegar hasta el plato de alimento. Mi pobre musa tuvo que ceder a los antojos de su dueña y dominar su lengua para desvelarme alguna frase mágica que hiciera a los lectores otear la belleza, pero sin alargarse demasiado. Por aquel entonces a mi me venía al pairo aquello de la belleza, sólo me preocupaba que los muros de contención que se cernían sobre mi aún desprotegida villa, fueran suficientemente altos como para no rebasar mi maximus de ocho páginas. Si algún párrafo se excedía de mi límite me empeñaba en dejarlo cojo. Con el tiempo aprendí que no bastaba con eso: era inaceptable dejar inválido a un pobre párrafo inocente cuyo único pecado ya habrán supuesto cuál fue; no, era necesario remodelar toda su estructura a fin de que expresara aquello que había querido expresar desde un comienzo, pero, claro está, más escuetamente.

Pero, ¿y si por el contrario un capítulo no llegaba (ni por asomo) a esas ocho páginas? ¿Qué se debía hacer entonces? Bueno, lo que el sentido común hubiese dictado en tal caso seguramente hubiera sido dejarlo tal cual era, con todas sus virtudes y defectos encerradas en el diminuto frasco de su substancia. Pero mi pequeña y (todavía hoy) inexperta pluma, se cobijaba en la redundancia más empalagosa y enrevesada que mi mente era capaz de crear.

Y, señoras y señores, obviamente, ¿cuál era el resultado de todas éstas, mis pequeñas obsesiones? Hasta una musa amordazada podría responder a ello.

Tal vez por ese trato pasado mi pobre y maltrecha musa no me encandila con su presencia ahora, cuando más la necesito. Seguro que ahora la única inspiración que me aportaría sería un corte de mangas (bien merecido, de hecho) mientras me pregunto si estaré haciendo con mi vida lo mismo que a ella le hice: acortar lo que podía haber resultado maravilloso y alargar inecesariamente la insatisfacción.

domingo, 22 de agosto de 2010

» Melancolía de los presos de los versos


Marina, luz entre mis sombras, reclamo de mis sentidos. Tu recuerdo se revuelve en mi subconsciente hasta hacer estallar la puerta de mi memoria e inundar con su apacible marea cada uno de mis sueños y vigilias. Marina, incluso tu nombre acaricia mis oídos, y por un momento me ensimismo imaginando que tus rizos caoba caen por mi espalda mientras acercas tu primoroso rostro a la comisura de mis labios. Tu beso trae a mi piel una descarga cálida que primero percibo cerca de los labios, luego en la mejilla, y por último en la sien. Siento cómo tu nariz roza el cabello erizado de mi nuca al tiempo que tus manos juguetonas se deslizan palpando mi rostro y bajan hasta mi pecho haciendo escala en mi cuello e invitando a tu boca a él. Me susurras "háblame", y te hablo, "sígueme", y te sigo, "bésame", y te beso. Y pienso que sigo siendo un autómata entregado a tus antojos y deseos, aunque hayan pasados tantos años de soledad entre tu recuerdo y mi cadáver. Marina, ¿cómo olvidar tu piel de mármol o tu mirada de granito, dura como él pero al tiempo cálida como sólo tuya podía ser? ¿Cómo no desear despertarme todas las mañanas con tu sonrisa de cereza o las pecas de tu rostro cerca? ¿O con tus pestañas empapadas por las aguas que recorrían tu rostro con sendas plateadas? ¿Acaso pretendes que ignore que ya nunca más no las podré secar ? Marina, sólo tu calmabas mi sed, sin ti necesito de una estela que me guíe entre las olas de tu ausencia.

» Érase la grandiosidad del ser humano


Se encendió un cigarrillo y abrió la ventana de par en par como Dios la trajo al mundo. Abstraída, haciendo nubes de humo con los dos dedos en "v", observó desde aquella vigésimo tercera ratonera la selva cosmopolita que se extendía ante sus ojos, y se dio cuenta de que todo era gris.


La actividad ajetreada de los transeúntes se asemejaba a la de un hormiguero a punto de inundarse, sólo que en lugar de colaborar unos con otros en virtud del bienestar general, se disputaban el dominio de un taxi entre gritos e incoherencias, uno de tantos que circulaban por aquellos ríos de gravilla negra serpenteantes entre los edificios y en los cuales persiste matutinamente un alarido apabullante fruto de cientos de cláxones sonando al mismo compás. Los sobrios rascacielos se abrían paso entre el diminuto tumulto y el cielo como un puente de unión entre lo mundano y lo divino, el fracaso y el éxito… gigantes enfundados en trajes de acero y hormigón cuyo único cometido era esclavizar a generaciones enteras en pos de un renombre que los hiciera tan famosos como las pirámides de Gizeh. Y allí arriba, observando toda la porquería de la Creación, se hallaba el cielo Soberano engalanado en plata, dichoso hoy de escupir a los mortales que vivían bajo él.


“A short walk in the Light of the World with breaks for coffee and snacks”, rezaba un cartel publicitario con la imagen de uno de esos televisores con más definición que la vida misma.

lunes, 16 de agosto de 2010

» Janis Joplin

"Me siento tan inútil acá abajo, sin nadie a quien amar. A pesar que he buscado por todos lados, no puedo hallar a nadie que me ame, que sienta mi cariño..."

» Ernesto "Che" Guevara

"Sólo hay una cosa más grande que el amor a la libertad, el odio a quien te la quita."

domingo, 15 de agosto de 2010

» El contador de historias (II)


"Empecé a escribir a los once años, y me atrevería a decir que fue por mero aburrimiento. Siempre he considerado el arte como la necesitad de plasmar bellamente lo que nos rodea a fin de poder observar el mundo con renovados ojos, simplemente porque ya todo nos empezaba a parecer predecible y banal. Si a este hecho le sumamos el incansable afán del ser humano por expresar enteramente todo aquello que acontece en su alma ante los demás y ante sí mismo, hela aquí, la ocurrencia en forma de paraísos terrenales.

En realidad, creo recordar perfectamente que el motivo de que creara mis primeras líneas no fue otro que la búsqueda de una lectura que agradara al pequeño Lauro de por aquel entonces. Hacía apenas tres años que hube de dar el paso de sumergirme en mi primera lectura no obligatoria, y ya me encontraba insatisfecho en aquel mundo editorial. Tantas veces oí aquello de "si quieres que algo salga bien, has de hacerlo tu mismo" que la expresión me acosaba en sueños. Así pues, Lauro el Desencantado se lanzó sin pensarlo demasiado al mundo de la escritura creativa.

No habían pasado cinco años cuando comenzó a pensar que aquello no era lo suyo."

sábado, 7 de agosto de 2010

» Truman Capote

"Para mí, el mayor placer de la escritura no es el tema que se trate, sino la música que hacen las palabras."

» El entierro de Valdero

Alejo: Arranquemos el tejido sentimentaloide de nuestros corazones y la pureza de nuestras almas, de nada sirve llorar por lo que ya es muerto.

Madre: ¿Ya estamos otra vez con esas?

Alejo: ¡Claro que lo estoy, no es para menos! Si en vida este pobre hombre hubiese recibido un sólo tercio del cariño que ahora le damos probablemente en este momento estaría discutiendo con nosotros, y no en esa fosa fría y oscura. ¡A saber qué contemplarán ahora sus ojos!

Violeta: No contemplan nada, está muerto.

Madre: ¡Violeta, un respeto a los difuntos!

Violeta: ¿Por qué habría de tener respeto a un cuerpo sin alma? Ya no siente, no puede ofenderse; ni tampoco emocionarse con que le hagamos compañía en su último adiós.

Alejo: Seguro que desde la ultratumba nos está lanzando maldiciones, para lo que hacemos…. ¿Acaso unas cuantas lágrimas y unas sencillas palabras de misericordia sirven para compensar todo el daño cometido? No. Tendría que morir siete veces para estar en paz con sus semejantes, el pobre.

Madre: Y sin embargo aquí estamos, porque creemos en su perdón. Estoy segura de que allá donde esté encontrará la paz.

Violeta: Lejos de vosotros, cualquiera.

Alejo: No sólo nosotros, de todos en general. ¿Sabéis que? Pienso que si pudiera vernos no sentiría la más mínima emoción amable, sólo asco. Asco de contemplar la hipocresía del género humano, que lejos de dejar hueco al vació del difunto, lo invade hasta crear en nosotros una falsa imagen de él y de nosotros mismos. Él se cree querido, nosotros creemos quererlo… Más le valdría al pobre salir de esa tumba y enterrar a los vivos en su lugar, quizá solo así descubriríamos lo que es el verdadero amor.

miércoles, 4 de agosto de 2010

» El método argentino como poesía difusa


Abrumada de indiferencia, como aquel
que escucha la lluvia caer,
permanece el alma absorta en su pecado.
Escucha un eco lejano,
casi murmullo cuando traspasa la ventana;
voz queda, irascible,
ininteligible
en sus oídos.

Nadie llama a su teléfono.
Nadie en su puerta, nadie en su cama.
Carecen los que ya no sienten
o ahuyentan los que permanecen
al ente envolvente
de toda vida que se precie.

Derrochan ironía sus poros al contacto
con el Odio.
Respuestas a interrogantes superfluos
de la consciencia.
Líneas que,
sin expresar más que repugnancia hacia
un ser apenas ya existente, te enredan
hasta ser leídas.
Psicoanálisis del Árbol de la Vida.

martes, 3 de agosto de 2010

» Oscar Wilde

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."

» Cosquijazz


Paz. Sólo deseas paz. En todas esas ocasiones en las que era protocolario pedir un deseo soplar las velas de tu tarta de cumpleaños, ver una estrella fugaz cruzar el firmamento, arrojar una moneda al agua– ahora te encantaría cerrar los ojos y pedir solamente eso: paz. Anhelas un pasmoso equilibrio en el que cobijarte, en el que sentirte segura y satisfecha, en el que puedas alcanzar una plenitud que consiga hacerte sonreír. Pero es una meta imposible, un desvarío que tu mente representa como un punto perdido en medio de una inmensidad absoluta, tan cerca como para tentarte a conseguirlo pero demasiado lejos para alcanzarlo. La verdad es que ese punto no existe, y lo sabes. No hay nada en el vacío, ningún punto, ninguna luz, ninguna meta consecuente. Pero tú sigues deseando paz. No llorar una vez por semana, no huir de quien te quiere, no odiar tanto ni tan poco. Tu cabeza parece una pajarería, llena de cuervos que aletean encerrados en sus jaulas, afanosos por picotear tu pútrido cerebro a fin de hacerse con una pizca de razón. No hay tal, la fuente está ya seca. Pero tú sigues pidiendo peras al olmo y deseas esa paz que no acontece. O quizá unos brazos que te la den.

viernes, 30 de julio de 2010

» La dama y la muerte

Todos hemos oído alguna vez eso de: "yo lo que quiero es morirme ya" en boca de un anciano, ¿verdad? Pues bien, este corto abarca ese tema desde un punto de vista cómico y amable que a todos nos hará sonreír. Y es que ¿quién habría podido imaginar que la lucha entre la vida y la muerte estuviese tan reñida?

» Alma

Todo niño se muere por tener un juguete nuevo, pero a veces el ansia que nos ha de conducir a él es tanta que nuestros sueños se materializan. Cuidado con lo que deseas.

martes, 20 de julio de 2010

» Vae victis


Yo también arrastro una sombra amarrada a mis pies; aquella que respira, siente y se evade conmigo. Aquella que sólo sabe expresarse a través de líneas inconexas cuyos vacíos transmiten más que sus palabras. Cadencias de lo que un día fue muerto y ahora podrido, y espera sin tiempo ni lugar en el que situarse el verso en forma de latido.

Lázaro, deberían nombrarla.

lunes, 19 de julio de 2010

» "Lolita", Vladimir Nabokov

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.

sábado, 10 de julio de 2010

» "Sé tú mi límite", José Ángel Valente

Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.


Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.


Si tu acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.


Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.


Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.


No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.

viernes, 9 de julio de 2010

» Handry Santana

"El amor es un tóxico que envenena lentamente cada rincón de tu ser y cada espacio de tu alma, hasta verte rendido a sus pies... pero, ¿quién no quiere morir envenenado de amor?"

» Carencias abstractas (música afiliada)


Mi territorio es frío, escabroso, tan desolado que puede llegar a oírse un pétalo caer y abombarse sus fibras por el golpe; pero ausente en lo que a perfume se refiere. A veces se oye el murmullo supino del agua removida por los pasos de algún peregrino, abriéndose después camino entre las amapolas que velan el lecho del río. Y luego cesa, como la respiración de aquel cuerpo que ya no late.

La lluvia enamora mi piel una vez por semana, y me torno en desembocadura con sus caricias anhelantes. Aguda poesía la que entona tu voz entonces, al pronunciar mi nombre en palabras vanas.

- Nadie.

Un alma perenne, encerrada en la crisálida que forman los minutos fugitivos, gira la cabeza. Pero está sola de nuevo.


lunes, 5 de julio de 2010

» John Lennon

"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a la luz del día."

domingo, 4 de julio de 2010

» El contador de historias


"Quizá la fama sea el paraíso que muchos esperan al morir; yo me contento con que las larvas no aniden en mi cráneo. Puede que pienses – si es que todavía conservo la capacidad de hacer reflexionar a otros con mis palabras – que sólo son elucubraciones de un viejo amargado, y quizá, o mejor dicho, casi con total certeza, tengas razón. La vejez tiene ese efecto sobre las mentes de los grandes pensadores: todo termina pareciéndonos incómodo y banal. Algunos se van con la sensación de haber vivido en un mundo repugnante que lo seguirá siendo cuando ellos no estén; yo por mi parte, prefiero mofarme de él hasta que la muerte me invite a bailar con ella. A mis años el verso ya no cae al alma como al pasto el rocío, pues el pasto no es sino amarga estepa, y sólo tengo la ocurrencia de pensar que Dios debe sentir envidia de los mortales por el mero hecho de serlo y poder morir.


Los niños solían llamarme el cuentacuentos, los demás el contador de historias. Yo sencillamente me consideraba el Creador. Lo cierto es que siempre fui Lauro Benassi, sin sobrenombres fortuitos ni apelativos prejuiciosos."

martes, 22 de junio de 2010

» Santiago de Rosas: Consejos de un poeta frustrado


"Un alma desganada es una vida perdida; y una vida perdida equivale a un rostro que nadie recordará cuando mueras. Obedeciendo esta lógica que ahora te digo, has de saber que el día en que tu alma carezca de vitalidad será el día en que tú mismo comiences a marchitarte. Y los buenos poetas nunca mueren, renacen con cada verso recitado. Su alma renace. Convierte a ésta en poesía y serás tan inmortal como el tiempo en si mismo: la pirouette que ejecutan las agujas del reloj en el eterno retorno su eje."

sábado, 5 de junio de 2010

» Efecto dominó


Querido Sebastien:


Quiero rememorar esas noches en las que perecíamos bajo las sábanas como soldados en la trinchera; y nos repetíamos, como dijo Márgara, bestiales y dulcísimos las veces que nos fueran gratas. En las que yo gritaba de virtud, y tú de fortuna, y lo demás eran habladurías de artilleros enemigos alojadas en nuestra espalda. No nos dimos cuenta que los disparos nunca llegaron a sanar, y la metralla se esparció por el único hogar que regentabas de paisano: nuestro santuario, allí donde no se permite más guerra que la librada por nosotros en la cama. Qué más da si tu bandera, esa débil y tímida a la que adoras, es roja o de mente estrellada, si todos terminaremos de igual modo. Estrellándonos.


Recuerda que tu patria es nuestro hogar, no el país que rechaza a quien tú amas.


Los continuos bombardeos no han podido evitar que la hoz y el martillo sigan ondeando en la retaguardia. Tu bandera seguirá esperando.


Melinda


viernes, 21 de mayo de 2010

» Beatus ille


No es desesperación, amargura ni inquietud. Tampoco se trata de miedo, frustración, agonía o debilidad. Dudo que sea melancolía o tristeza en general. Descarto la apatía, la anedonia y el odio. No seria lógico hablar de soledad, como tampoco referirse a la infelicidad derivada del sentimiento de incapacidad al obrar de forma inadecuada. No creo que sea ninguna de esas cosas, aisladas al menos; realmente pienso que su conjunto es la palabra que busco, aquella que designa un conglomerado de realidades pesimistas en que yo me enredo más conforme pasan los días. Un estado desde el cual no eres capaz de imaginarte tu futuro, porque puede que el inconsciente tiende a creer que no habrá tal; y en el que contemplas tu pasado como aquel que contempla una fotografía de la infancia de aquella persona a la que ha perdido: con el pensamiento de que el tiempo es demasiado caro.

martes, 18 de mayo de 2010

» "Otra vez Amarilis", Márgara Sáenz

El tiempo ha pasado y vuelves a mi memoria.
Tu auto trepando hacia la sierra, la Cream-Rica
¿recuerdas?, volteando a la derecha, todos esos moteles.

Entonces éramos nosotros; no tú, no yo. Me quiérote,
te gózame, me amándonos, decíamos.

¿A quién llevas ahora? Contigo entre las piernas
¿quién pega de alaridos y triza los espejos
donde nos repetíamos bestiales y dulcísimos?

¿Qué otro vientre recibe tu miel mía, peruano? Di
qué frívola puta, qué sórdida hipócrita limeña,
qué casada cuidadosa del cornudo.

Hijo de perra, ¿lo haces? Pero allí no, nunca, con
nadie vuelvas a la habitación 35. Que se te
muera para siempre, que se te pudra si regresas.

Una vez dije allí no ¿recuerdas?, dije después
donde quieras. Tú me observabas igual que un
entomólogo, eras un médico lascivo examinando
una muchacha muerta de amor: no hables, eres
una muñeca, un cuerpo sin voluntad, y me
tocabas probándome y fui un durazno de esos
que se abren con la mano.

Un durazno, dijiste a mis espaldas, a la luz de la tarde,
separando con suavidad mis carnes, descubriendo
lo que ni yo conozco, mi zona más oscura, la que
guarda esa caricia atroz, obscena y tuya que no
olvido.

Júralo: no has de volver a esa cama con nadie. Me has
negado tu cuerpo, el que gustaba mirar impúdico y
erecto viniendo a mí, el tuyo que era el mío.
Concédeme esto entonces: anda a otro sitio a hacer tus
porquerías.

O vuelve a la habitación 35. El tiempo ha pasado, ya
no hay sino recuerdos y Amarilis qué puede sino
juntar palabras. Ahora somos tú y yo, no existe más
nosotros. Uno y uno, dos solos: yo y esa mierda que
tú soy y yo añoras, desgraciado.

sábado, 8 de mayo de 2010

» A Lourdes


Cuando habíamos olvidado lo que significaba vivir, llegó ella con su guitarra a cuestas.

Dejó su maleta de cuero en el suelo, a buen recaudo entre sus pies para que nadie tuviera la ocurrencia de importunarla; colocó en su atril las partituras que, por otro lado, ya conocía de memoria; se colgó la guitarra al hombro desconociendo quién se dignaría a escucharla hoy, aunque para ella aquel fuese un detalle realmente insignificante mientras eso no le impidiera seguir cantando, a solas si era preciso; se aclaró la garganta, y, sencillamente, tocó. Cincuenta y cinco minutos de plenitud en los que sólo tuvimos conciencia de escuchar la voz mas sincera del mundo, el concierto más íntimo de la historia

viernes, 16 de abril de 2010

» Retrato de la ambición


Me gustaría ser química para poder transformar la materia de las nubes en tierra, y así poder caminar sobre ellas.

Tales como este son los sueños dispares y difíciles que corrompen la racionalidad humana a lo largo de la vida, y por inercia, al transcurso de la historia. Quisiera ser, quisiera estar, quisiera saber… El ser humano es ambicioso, quiere demasiado en demasiado poco tiempo, y esto solo da lugar a demasiada decepción. La ambición no debe ser considerada un defecto siempre y cuando no se sacrifique el presente en pos de un futuro mejor. Sin embargo, el impuesto de ésta es una frustración creciente, al igual que el de la vida es el sufrimiento. Un precio que puede parecer demasiado costoso, pero que no dudamos en pagar. La morosidad en esos casos es una peligrosa decisión, pues significa un rechazo manifiesto a uno de los aspectos fundamentales de la existencia: el riesgo. La negatividad no es una opción, la testarudez no es un comienzo.

lunes, 29 de marzo de 2010

» Mentirosa


Debería llorar cuando tengo ganas, pero no siempre puedo. Hay gente a la que no le gusta que lo haga porque les causa tristeza; gente que se inquieta al ver mis lagrimas porque no entienden qué las causa; gente que se extraña porque nunca me ha visto llorar. Si no liberas las lágrimas en su momento, el llanto se va ahogando poco a poco, formando un cúmulo de emociones reprimidas que van a parar al pecho. Y cuando has guardado demasiadas lagrimas, demasiado llantos histéricos en los que, simplemente, te has secado los ojos y puesto una sonrisa en tu rostro, sientes un dolor, un dolor punzante que no te deja hinchar del todo tus pulmones. Es la ansiedad. Ésa esta amarrada a conciencia en algún lugar de tu pecho, encima de tu corazón, y por mucho que llores intentando liberarla, ya no se apaga, porque son lágrimas adrede, sin sinceridad, sin sentimiento. Debí haberlas liberado en su momento; ahora duele.

viernes, 26 de marzo de 2010

» Sombrero de copa





[ Hallábanse sentados
el uno junto al otro,
observando la ciudad.

Ella apoyada sobre el hombro de él
él pensando en otra mujer. ]

domingo, 7 de marzo de 2010

» Limón y sal


"Estoy tan falta de amor que terminare arrojándome a los brazos del primer idiota que bese mis zapatos. Empiezo a pensar que no me merezco nada mejor, que no soy digna de un hombre que realmente me quiera más allá de las palabras. Que sólo puedo aspirar a uno de esos babosos que me repugnan y cuyo contacto me resulta detestable y sucio. Con el tiempo, los hombres han terminado produciéndome náuseas y las mujeres, dolor. Me encuentro tan sola que ya sólo me realiza como persona el hecho de plasmar mis cenizas en el papel. Realmente, me encantaría la idea de poder ser escritora y vivir del cuento."

sábado, 6 de marzo de 2010

» Palabras de Alfred Nyman


"Me parece una pérdida de tiempo eso de intentar hacer amistades. De todas formas, a la hora de la verdad estarás tan sólo como el que más. Si en los malos momentos, giras la cabeza y contemplas un espacio vació allí donde se encontraban los que antes decían quererte, es que siempre has estado solo.

Fuimos pues un par vagabundos que cayeron en una espiral de reproches mutuos, sin llegar nunca a decírnoslos a la cara."

jueves, 4 de marzo de 2010

» La elegancia del erizo


Siempre me preguntas en qué pienso cuando te fijas en que estoy ausente, observando el vacío y tal vez sonriendo, como si no alcanzara a ver la cantidad de penurias de la cloaca en la que me hallo. Pero no siempre miro al vacío, a veces observo un punto en concreto, un punto que quizá a otros les haya pasado inadvertido. Hoy me alegra poder observar el cielo estando a tu lado, aunque en realidad no estés y ni siquiera seas. Me miras, y sin mirarte, se que me estas mirando. Frunces el ceño en ese gesto de incomprensión que siempre me hace sonreír cuando lo veo. Observo las nubes, y aunque sea obvio, tú me preguntas que miro, porque se te había olvidado que estaban allí, pero no a mí. No se porque a la gente se le asemejan al algodón, a mi me recuerdan mas a la azúcar. Dulces. Quizá sean la fusión de ambas ideas y el cielo este plagado de algodones de azúcar. De esos que nos recuerdan a las ferias de nuestra niñez; a la calidez de una mano que sujeta la tuya, y es la de tu madre; al albedrío de sonidos y voces que aciertas a oír; a la cantidad de siluetas de piernas largas que van de un lado a otro, y a los muchos zapatos que puedes llegar a contar. Quizá solo mi mente tergiversa tanto la visión de una nube, esas que no recordabas que seguían allí. Será que soy una soñadora que vierte su sangre en el papel con apariencia de tinta roja. Que atrapa las ideas como mariposas en el aire y las colecciona. Que no sabe escribir entre líneas porque para ella no hay espacio para los huecos vacíos.

Será eso, quizá viva en el Sueño.

lunes, 1 de marzo de 2010

» La hora de merendar


Sé lo que es la vida porque la he visto, no porque la haya sentido. Soy un duende, ¿recuerdas? Un narrador omnisciente que colecciona las sonrisas, que las toma prestadas, las derrite y las hace caramelo; suelo colocarlas en una bandeja, para luego, a la hora de merendar, servirlas de acompañamiento junto con el té.

Un buen duende como yo también es amante de las miradas, y con ellas hago el té que estás tomando; capto su esencia y la meto en sobrecitos que luego tiñen de sabor la blancura de la leche. Es por eso que tengo tantas clases de té: menta, almendras, chocolate, miel… Espero que no te hayas olvidado añadirle dos terrones de azúcar, porque están hechos de besos en la mejilla.